Rioja Alavesa tiene unos paisajes únicos que constituyen el marco ideal para disfrutar del turismo de naturaleza y donde puedes realizar recorridos a pie, en bicicleta o a caballo, entre viñedos interminables.
Desde las tierras de viñedos en Oyón hasta el puerto de Bermeo, se extiende el denominado GR-38, que es una red de caminos y senderos, que recorren Euskadi de sur a norte atravesando cautivadores parajes de la senda histórica conocida como la Ruta del Vino y el Pescado. Antaño, esta ruta servía para intercambiar los productos de interior con los pescados de los pueblos de costa. En la parte alavesa se disfruta de un contraste de paisajes diversos, que van desde los robledales a las zonas boscosas y hayedos, las lagunas salobres de Carravalseca y Carralogroño y zonas de carboneras donde aún es posible observar cómo se producía el carbón.
El GR-99 o Camino Natural del Ebro, es un largo sendero con más de 1.200 kilómetros, que discurre desde el nacimiento hasta la desembocadura del río Ebro y que cuenta con varias etapas de recorrido por tierras de Rioja Alavesa. En ellas se pueden apreciar las diferencias y particularidades del paisaje y del propio camino, disfrutando del impresionante legado artístico resultante del asentamiento del hombre en las zonas ribereñas de las localidades.
Otras dos importantes rutas, que tienen su origen en referencias religiosas históricas, son el Camino de Santiago, en la variante que utilizaron los peregrinos procedentes de Europa, así como los oriundos de la comarca, y el Camino Ignaciano, que recrea el trayecto que el caballero Ignacio de Loyola recorrió en 1522 desde Loyola hasta la ciudad de Manresa y desde donde pensaba llegar hasta Barcelona para continuar luego hacia Tierra Santa. Esta ruta es transitada cada vez más por peregrinos que siguen su proceso espiritual.
No se deben olvidar tampoco las rutas propias de la comarca, como las de las Lagunas de Laguardia y la del Dolmen de la Hechicera, en Elvillar; la ruta que une el Nacedero y el macizo de Monforte, en Kripán; la que une la Paridera del Monte y el Pinar de Dueñas, en Labraza, y la que discurre entre la Ermita de Santiago y La Laguna, en Navaridas.
Pero hay otras muchas actividades para disfrutar del entorno, como realizar paseos en globo, rutas en 4x4, piragüismo, marchas por la montaña y todo aquello que como visitante puedas imaginar.
La zona dispone de un amplio trazado de caminos y senderos bien señalizados, que se extienden a lo largo y ancho de los más de 300 kilómetros cuadrados de la comarca, y que permiten descubrir nuestros bellos recursos naturales.